29 julio 2012
¡Buenos días a tod@s! Después de
casi 24 horas de autobús (solo en la vuelta) y de una semana sin parar de ver cosas por Francia,
Alemania y Suiza, ya he vuelto por los madriles. Ahora resulta que se me han
acumulado muchas cosas por postear… Pero como ya había empezado un poco con lo
de las vacaciones de verano, continuaré con ello y más adelante os hablaré de
Alemania.
Descubrimos que había algo
llamado “biblioplaya”, una especie de chiringuito donde te podían prestar
libros, revistas y prensa y lo leías ahí al lado de la playa. Me pareció una
chulada, diferente a lo típico de tomarte una cervecita en el chiringuito jeje.
En definitiva, el Albir es un
lugar tranquilo, muy bueno para pasar unas vacaciones de verano y darse un
chapuzón en el mar. Poco más que contaros de esta localidad alicantina. ¡Nos
leemos en el siguiente post!
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Ruta del faro de Albir |
Tras contaros un poco de
información útil de este bonito lugar, voy a hablar de lo que fueron las
vacaciones en sí, centrándome ahora en El Albir. Mis excursiones por los
alrededores ya os los contaré, todo a su debido tiempo.
Tengo que confesar que me salté el único desvío
hacia Alicante que había en la carretera y después de varias paradas para que
el señor Coco hiciera pis (en realidad teníamos más ganas el resto, el perro
era solo una excusa), llegamos a El Albir sobre las dos de la tarde.
OJO: nos
confundimos porque el Albir aparece como parte de Alfaz del Pi, pero tiene
señalización a parte, no es necesario meterse al pueblo.
Comimos e intentamos echarnos la
siesta, pero las ganas de darnos un chapuzón en la piscina nos pudieron.
Disfrutamos de un baño relajante en la piscina y luego nos fuimos a conocer la
playa de cantos rodados. Nos llevamos las palas para jugar un rato pero entre
el aire que hacía y las piedras, fue una tarea complicada.
¡A refrescarse a la piscina! |
Este fue el primer contacto con
el mini paseo de la fama del Albir, un passeig
con estrellas donde aparece el nombre de los diferentes premiados de cada
edición del festival, (festival que se
celebra los primeros días de julio). En este paseo Coco hizo unos cuantos
amigos perrunos, y al caer la noche nos fuimos a nuestra casa temporal a
descansar.
De camino al apartamento vimos un
museo al aire libre, de una Villa Romana, pero no llegamos a pasar en todas las
vacaciones, no me terminaba de convencer. Si queréis más información en la
página de turismo del Albir viene muy bien.
Ruta del faro de Albir |
Yo llevo toda la vida yendo a
playas de arena en las que casi no cubre nada. Así que cuando me metí en esta
que a 10 metros
de la orilla ya me llegaba el agua al cuello (y yo soy alta) me dio bastante
respeto. Además, en los 7 días que estuvimos casi siempre había bandera
amarilla, con un montón de olas y de resaca.
Una anécdota graciosa fue un día
que estábamos mi hermana y yo jugando en la orilla (como unas niñas de 18 y 23
años, hay que ver) y el socorrista se nos acercó como a vigilarnos. Lo primero
que me vino a la cabeza fue “madre mía, ¿nos ve tan torpes como para ahogarnos
aquí mismo?”. Se quedó mirando un rato y se fue.
Por la noche, a las 9, dentro del
programa cultural de Albir estaba una visita teatralizada al Faro. Se nos hizo
tarde y cuando llegamos (que serían las 21,05) ya no había nadie. Sin embargo,
no fue por los 5 minutos que pasaban de la hora, es que en realidad estaba mal
y salieron a las 20,30 h.
Decidimos aventuramos por la
ruta, a pesar de que ya estaba anocheciendo. Mereció la pena: aunque no
llegamos hasta el faro (de hecho llegamos poco más del kilómetro 1) las vistas
del anochecer desde los miradores de esa parte de la Sierra Gelada eran
impresionantes.
Hasta el faro llegamos otro día,
el domingo por la mañana temprano. En estas fechas es la mejor hora, porque
sino en seguida aprieta el calor. La ruta, de unos 2,5 km. (solo ida) es
bastante fácil y atractiva. Cuesta arriba pero por camino asfaltado es muy
recomendable para hacer solo, con perros, en familia o con niños.
Las vistas durante todo el camino
son preciosas y cuando llegas arriba puedes contemplar la inmensidad del mar.
Por cierto que esta es zona de delfines, yo estuve un buen rato
intentando ver alguno pero no hubo suerte…
Dejando a un lado el Faro, os
comento: la oficina de turismo del Albir se encuentra en el paseo marítimo. Yo me pasé a por información pero dejó
mucho que desear. Estuve ahí 10 minutos y la chica tampoco me aclaró demasiado.
Para los amantes de los
puestecitos, hay algunos artesanos justo por esta zona de la oficina de
turismo, y cerca del paseo también montan algunas noches puestos veraniegos. El
rastrillo es los domingos por la mañana y se coloca en el parking municipal
(junto al Boulevard de los Músicos).
Faro de Albir |
Aprovecho este post para
comentaros que Benidorm está a 10 minutos en coche pero no os lo recomiendo (el
coche, no la ciudad). El autobús pasa con frecuencia y los taxis desde el Albir
tienen tarifa cerrada, 12 € ida Albir-Benidorm. Yo intenté meterme con el coche
y tuve que volver por donde había venido.
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- Otra mirada: ruta hasta el faro de El Albir